Temblores, temporada de huracanes, primarias, elecciones y el crimen no da tregua… En San Juan la tasa de esclarecimientos de asesinatos fue de un 5% para el 2019…
Por Luis A. Pagán Reyes, MA *
Experto en Seguridad
San Juan, Puerto Rico – El año 2020 se perfila como uno de grandes desafíos en lo relacionado a la seguridad del país. Estamos viviendo un momento atípico en lo que se refiere a la naturaleza. Los temblores y la vulnerabilidad a huracanes de gran intensidad son parte de las preocupaciones de los puertorriqueños. Este año también se celebran primarias y las elecciones generales, lo que conlleva una mayor movilización de la Policía de Puerto Rico. El crimen no da tregua y aun cuando los temblores ocupan los titulares de las noticias siguen sucediendo crímenes, tal como la familia asesinada en Trujillo alto a principio de año y 34 muertes violentas en lo que va de año.
El gran deterioro social que vive nuestra isla es el resultado de décadas de desigualdad social, decadencia de valores y falta de confianza en las instituciones. Cuando se mide que la taza de asesinatos en Puerto Rico es de casi 20 asesinatos por cada 100 mil habitantes, eso refleja inseguridad. En una taza de 10 asesinatos o más por cada 100 mil habitantes se considera una situación endémica según la Organización Mundial de la Salud.
Las estadísticas de esclarecimiento y procesamientos podrían ser una herramienta que envíe un mensaje al país y a los delincuentes de que sus acciones tendrán consecuencia, y validarían si en realidad la lucha contra el crimen está siendo efectiva. Sin embargo, esas estadísticas están por debajo del 25%. Recientemente se reveló que solo en San Juan la tasa de esclarecimientos de asesinatos fue de un 5% para el 2019.
La actual situación es que la impunidad existente les ha dejado el camino libre a los criminales para delinquir sin ningún pudor. Robos domiciliarios, carjackings, hurto de vehículos, asesinatos y otros delitos son cometidos en cualquier momento del día y en cualquier lugar.
No hay un solo lugar en nuestro país que se pueda decir que es seguro. La falta de policías en adición a la gran desmoralización que existe en ese cuerpo ha traído consecuencias serias en la seguridad del país. Ciertamente la falta de recursos humanos en las áreas de investigación ha aumentado la crisis de seguridad ya que los esclarecimientos son mínimos.
Los retos de este año deben hacer repensar al Gobierno cuál va a ser el enfoque prioritario para que se pueda reducir el crimen. Al momento muchos de los recursos han sido movilizados a la zona sur, lo que deja al descubierto más aun el área metropolitana en el tema de la seguridad.
El comisionado Henry Escalera en los pasados 3 años no ha podido esbozar ni explicar un plan coherente que pueda dar alguna esperanza de que la situación vaya a mejorar. Aunque considero acertada la designación de Pedro Janer como Secretario de Seguridad Publica, va a tomar un tiempo en lo que él pueda establecer sus planes y asignar los recursos adecuados para que sean efectivos. Como está la situación actualmente, se hará difícil que esto mejore. Se necesitan más policías y más investigadores con mejores salarios y condiciones de trabajo.
La clave para que pueda haber un proceso efectivo es que exista una alta tasa de esclarecimientos y mayor presencia policiaca en nuestras calles. Está comprobado que los delincuentes tienen más temor de ser atrapados que el tiempo a ser sentenciados. Esto significa que en la medida que el Estado siga siendo incapaz de esclarecer, procesar y lograr convicciones, hay un reciclaje de delincuentes que siguen cometiendo crímenes sin ningún temor a ser atrapados. Esto es tan válido que en Nueva York, cuando se aplicó la teoría de la ventana rota, se enfatizaba en la comisión de delitos menores para ser procesados y los resultados fueron significativos.
Específicamente esta teoría establecía lo siguiente: “Si se cometen ‘esas pequeñas faltas’ como estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja y estas pequeñas faltas no son sancionadas, entonces comenzarán a desarrollarse faltas mayores y luego delitos cada vez más graves”.
Eso es precisamente lo que ocurre en Puerto Rico, las personas rebasan los semáforos, usan el paseo, se estacionan en lugares prohibidos y se distraen hablando y texteando mientras guían y no pasa nada. Ya la gente está clara que no hay suficientes policías en las calles y por consecuencia impera la falta de ley y orden. La clave para el éxito en esta lucha contra el crimen es sencilla, mayor prevención, investigación, esclarecimiento y convicción. El autor cuenta con más de 30 años de experiencia en el campo de Seguridad, tanto en el sector privado como en el gubernamental. Es egresado de la Academia Nacional del FBI en Virginia, fue agente especial y subdirector del NIE, Director de Seguridad Administración de Corrección y Rehabilitación y actualmente es gerente general de G4S Secure Solutions en Puerto Rico. Además es autor del libro Seguridad Para Todos. Info: 787-961-2044 y luis.pagan@pr.g4s.com