Orquesta Del Rey lanza "Ella"

Próximos a celebrar sus 15 años en la escena musical (23 de enero de 2006) y como antesala a la publicación de su sexta producción personal, la Orquesta Del Rey comparte en este flamante 2021, su sencillo promocional de título “Ella”. Un tema con el mensaje acostumbrado de la agrupación: uno de acercamiento a los senderos de la reflexión y las buenas prácticas, en los que promover la comprensión, dar amor y abrazar la fe, son los ingredientes obligatorios para una vida nueva y diferente, sobre todo si se ha sido objeto de situaciones difíciles y penosas que nos han lastimado de la manera en la que se narra en esta sentida inspiración y cuya magnífica interpretación tocará las fibras más recónditas de quienes escuchen esta producción musical.

Este próximo 23 de enero, la Orquesta Del Rey celebrará sus 15 años de formación gracias a la iniciativa de su trompetista y director fundador, Eduardo Alvelo (Viejo San Juan), quien, con anterioridad a su decisión de formar su propia orquesta, militó en agrupaciones como la Orquesta Acere-Ko (La Perla), Bravo y Su Son Latino (del cuatrista Juan Bravo), la Orquesta Messada, entre otras. La industria discográfica da cuenta hasta el momento de cinco trabajos musicales, todos ellos accesibles en las diferentes plataformas digitales y disco tiendas de Puerto Rico y Estados Unidos: AL REY DE LOS SANTOS (2006), LA SIEMBRA (2011), GUERREROS EN PIE DE LUCHA (2013), EL HIJO DEL CARPINTERO (2016) y más recientemente SOY TAN FELIZ (2018).

Con relación al tema “Ella” debemos de resaltar que es un tema de mucha profundidad en su mensaje y que la interpretación, realizada por Milly Smith, integrante del frente vocal de la Orquesta Del Rey, es uno más que majestuoso, y ha sido posible gracias a la asistencia en la ministración en todo momento de la grabación, del Pastor Ezequiel Colón, compositor del tema. Y no es para menos pues el mensaje es uno de vigencia universal: el señalamiento de la deplorable violencia y el maltrato hacia la mujer y la niñez, pero con el añadido de la necesidad de comprometerse a ayudar a la restauración de esas heridas a través del alimento espiritual: la fe y su poder de sanación.