Ante las preocupaciones y especulaciones incorrectas que produjo la publicación de un video reciente, Eddie Miró y su familia decidieron brindar más información sobre la condición que le fue diagnosticada. La familia agradece enormemente el amor y respeto que le tienen al veterano animador y confirmaron que hace poco más de un año se confirmó el diagnóstico de Miopatía de Bethlem, una condición genética que es un tipo de distrofia muscular.
Sin embargo, aún a sus 86 años de edad y con una condición progresiva, se mantiene activo, ya que es capaz de hacer múltiples actividades cotidianas de manera independiente. Hoy se sabe que la escoliosis, por la cual fue operado hace más de ocho años exitosamente por el Dr. Fernando Villamil, es secundaria a esta condición.
Las hijas están al tanto de sus actividades, ya que aún trabaja, visita el puesto de gasolina, la farmacia, su restaurante favorito, la iglesia y frecuentemente a sus hijas Michelle y Dana, y antes de la pandemia viajaba también a casa de Christie, lo cual espera retomar ese viaje tan pronto sea posible.
Dana Miró aseguró “gracias a Dios, Papi está bien atendido, tanto con su equipo médico como por nosotras, así como por el personal del Golf de Bayamón donde labora, que lo cuidan como si fuera de la familia. Nos consta que mantiene un ánimo inquebrantable y está disfrutando de buena salud”.
Cabe destacar que aparte de la Miopatía de Bethlem, Eddie Miró no tiene ninguna otra condición que requiera atención médica. Eddie y la familiar Miró agradecen las oraciones, buenos deseos y los gestos de amor de todo el pueblo. Dana expresó además “pueden estar seguros y confiados que nuestro padre, el gran Eddie Miró, está bien atendido por sus hijas y esposa”.
Además, la familia aclaró que Eddie no necesita ayuda económica y en ningún momento autorizaron a Guillermo Torres ni a ninguna otra persona a recaudar dinero para atender necesidades de salud de Eddie ni de ningún miembro de la familia.
Más información sobre Miopatía de Bethlem:
La miopatía de Bethlem es una enfermedad rara que afecta a los músculos esqueléticos y al tejido conectivo. La enfermedad se caracteriza por una debilidad muscular lentamente progresiva y rigidez articular (contracturas). Afecta con mayor frecuencia a los dedos, las muñecas, los codos y los tobillos. Los signos y síntomas pueden comenzar antes del nacimiento (con disminución de los movimientos fetales), poco después del nacimiento (con bajo tono muscular o tortícolis), en la primera infancia (con retraso en las habilidades motoras, debilidad muscular y contracturas) o en la edad adulta (con debilidad, tendón de Aquiles o contracturas en los dedos).
Debido a la progresión de la enfermedad, la mayoría de las personas con miopatía de Bethlem de más de 50 años necesitan ayudas para la movilidad (como un bastón, muletas o silla de ruedas) para desplazarse al aire libre. En raras ocasiones, la debilidad muscular grave puede provocar dificultades respiratorias en etapas posteriores de la vida.
La miopatía de Bethlem está causada por mutaciones (cambios) en los genes COL6A1, COL6A2 o COL6A3. La mayoría de los casos se heredan de forma autosómica dominante, pero en algunos casos raros la enfermedad es autosómica recesivo. El diagnóstico se basa en el examen clínico y en las pruebas de laboratorio, pero las pruebas genéticas pueden confirmar el diagnóstico. El tratamiento depende de los síntomas individuales, pero suele incluir fisioterapia. Puede ser necesaria la cirugía para corregir las contracturas articulares.