Por Ivelisse Arroyo Pérez * Consultora en mercadeo operativo y servicio al cliente
San Juan, Puerto Rico – El mundo digital acapara nuestras vidas. La presión puede ser tanta que los individuos pueden llegar a creer que si no te conviertes en influencer estás out. Eso está muy lejos de la verdad.
Si utilizas las redes sociales para darte a conocer, estas son solo una herramienta para lograr dar a conocer qué haces, cómo lo haces o qué te apasiona.
Sin embargo, no importa qué tan bien te presentes en línea, la verdadera prueba de qué tan bueno eres se demuestra en tu diario vivir: tu trabajo, en tu casa, entre tus amigos, colegas y familia.
Seamos realistas, hay personas que no gustan de grabarse o exponerse en las redes sociales. No todo el mundo quiere ser un influencer. Hay muchas personas que se auto titulan como influencers y no lo son.
Un influencer es una persona que tiene un alcance nicho en su audiencia y cuenta con la admiración de sus seguidores. Utiliza estos canales para promover sobre sus temas en múltiples redes, y también suelen promover productos y servicios para marcas. La cantidad de seguidores puede ser determinante para ser pagos o no pagos por alguna promoción. Ojo, un influencer no es lo mismo que un creador de contenidos, son disntintos.
La interacción del creador de contenidos con la audiencia tiende a ser más íntima, y de mayor calidad escrita y visual que la del influencer, por lo que la cantidad de seguidores no es relevante. Y este es uno de los cuestionamientos más comunes sobre los influencers, si realmente son auténticos o genuinos. Pero si no buscas convertirte en la proxima Kardashian online, puedes influenciar positivamente a otros offline.
¿Cómo puedes convertirte en un influencer fuera de las redes sociales y darte a conocer? Volvamos a lo básico. No hay que reinventar la rueda. A continuación te comparto tres (3) estrategias que te convertirán en un influencer offline:
- Ética de Trabajo. La ética laboral genera confianza. Aquí es donde tus palabras conectan con tus acciones. Tener ética significa que cumples tus promesas y compromisos. La ética es llegar a tiempo, ser responsable, respetar el tiempo de las personas con las que te relacionas, prospectos y colegas. Tener ética es ser considerado, transparente y ejecutar con altos estándares de calidad y resultados, estableciendo límites y expectativas claros.
- Honestidad. La ética, como resultado, da a conocer nuestra honestidad. Tus clientes, amigos, familiares o colegas buscan soluciones aprecian cuando eres honesto. En ocasiones, ser honestos significa ofrecer soluciones incómodas que traen consigo verdades que, en ocasiones, no son fáciles de decir, pero que son necesarias para ir hacia la solución que buscan. La honestidad es saber cuándo decir “no”, pero también es la habilidad de ser comprensivo aun cuando tienes que compartir noticias no tan buenas.
- Integridad. Ser íntegro trae consigo el desarrollo de un patrón de decisiones positivas para tu vida, tomando en cuenta a los demás. Es ser sistemático, consistente, y tener altos valores por el bien común. Sobre todo, ser íntegro es ser amante de la verdad.
- Lo que dicen de ti cuando no estás en la habitación. El resultado de las acciones que tomas a diario en tu trabajo, con tus clientes, colegas, o familiares, se convierten en las reseñas o testimonios de tu persona. Pero lo que todas estas personas dicen de ti a tus espaldas, se convierte en tu reputación.
Tener reputación no significa que seamos perfectos. Nadie lo es. Tampoco significa que todo lo que digan los demás de ti sea cierto. Todos hemos cometido errores de los que nos arrepentimos. Y precisamente, como parte de la ética y la honestidad, el acto de admitir nuestos errores y aprender de dichas lecciones trae como resultado ganar buena reputación.
Provoca que tus acciones hablen por ti, pero que hablen de lo maravilloso que es trabajar contigo, realizar proyectos, salir, o compartir contigo aun con todas tus imperfecciones, porque hacerte responsable de tus acciones también forma parte de tu marca personal.
Ivelisse Arroyo Pérez es consultora de negocios en mercadeo operativo y servicio al cliente. Propietaria de Curao’ Marketing & Business Consulting Firm. Tiene un Bachillerato en Administración de Empresas con concentración en Contabilidad, estudios de maestría en Consejería Psicológica, Literatura, Ciencia y Lenguas Extranjeras. Para más información conecta con Ivelisse en LinkedIn, X, Facebook o Instagram. También puedes escribir a iarroyo@curaomarketing.com.