El calvario que viven en la escuela los niños con un diagnóstico de apraxia del habla infantil

El calvario que viven en la escuela los niños con un diagnóstico de apraxia del habla infantil

Una condición frecuente y poco conocida

San Juan, Puerto Rico – En Puerto Rico queda mucho por hacer para atajar de una buena vez la falta de educación sobre el diagnóstico de apraxia del habla infantil, un trastorno de los sonidos del habla por el cual los niños tienen dificultad para planificar y ejecutar los movimientos precisos conducentes a decir fonemas, palabras, frases y oraciones. Pero todavía: muchas veces se le confunde con otros trastornos con resultados muy perjudiciales para los niños.

Así lo informó la patóloga del habla y lenguaje, licenciada Nellie Torres de Carella, especialista en apraxia del habla infantil, al agregar que estos niños tienen un habla generalmente ininteligible, con variedad de errores inconsistentes, por lo que usualmente se apoyan en gestos para comunicarse.

Según la directora clínica del Instituto Fonemi de Puerto Rico, esta población presenta una serie de dificultades en su vida escolar, tales como problemas para aprender a leer, problemas con la escritura y las matemáticas, así como de procesamiento de la información sensorial (especialmente de procesamiento auditivo). “Es un cuadro sumamente complejo. La dificultad para leer ausencia de desarrollo de algunos o muchos de los sonidos del habla ocasiona que no puedan leer las letras correspondientes. Debido a que la formación de las letras requiere un buen planeo motor, pueden presentar disgrafía o serios problemas con la escritura. La discalculia o dificultades para aprender los números y los conceptos matemáticos son frecuentes en los niños con este diagnóstico. Recordemos que las dificultades sensoriales, sobre todo con el procesamiento auditivo, son comunes en estos estudiantes y afectan el proceso de aprendizaje”, dijo la especialista en este diagnóstico que es “tratable y que responde positivamente a terapias especializadas”.

Esta población, que según Torres de Carella va en aumento -aunque no se tienen estadísticas oficiales-, necesitan un modelo educativo-terapéutico integrado que se caracterice por contar con programas educativos innovadores, terapia del habla especializada, terapia ocupacional, apoyo sicológico y terapia auditiva.

“Aunque en los últimos años se ha dado énfasis a la inclusión de los niños de educación especial en grupos de educación regular con cierto apoyo, la complejidad de este diagnóstico hace que esto no sea la mejor opción, sobre todo para los niños con apraxia moderada a severa. Su dificultad para ejecutar en actividades que requieran dominio de las destrezas más importantes a nivel educativo complica el panorama. El Departamento de Educación no tiene una ubicación aún para esta población. Son unos niños desprovistos de una educación adecuada de acuerdo con sus necesidades particulares apraxia del habla infantil”, sostuvo la profesional quien, a la sazón, es directora de la Academia Fonemi.

Advirtió que este cuadro sería menos complejo si los niños reciben el diagnóstico de apraxia a edad temprana, desde los 2 años, y se interviene de forma intensiva. Este diagnóstico es tratable y responde positivamente a terapias especializadas.

“Los niños que aún presentan este diagnóstico al entrar a la escuela merecen la mejor ubicación, aquella que los ayude a vencer los retos que el mismo acarrea. La educación es un derecho, no puede ser un calvario, pero debe ser apropiada para las necesidades de cada niño. Eso solo es posible con una ubicación escolar adecuada”, concluyó Torres de Carella.


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